(Redactado por David Gallardo) Venezuela ha vivido sumergida en un régimen desde que el fallecido Hugo Chávez tomó la presidencia del país en 1999, luego todo se intensificó con el dictador Nicolás Maduro. Ambos personajes infames de la historia y actualidad venezolana han tenido un enemigo que ha representado una amenaza palpitante en la región: Estados Unidos (EUA), quien ahora es presidida por Joe Biden.

Hoy por hoy, Venezuela representa un peligro para todo el continente, con una crisis política, social, económica y humanitaria que ha extendido una sombra de persecución, violación sistemática de derechos humanos y se desangra día a día gracias al éxodo de millones de venezolanos que han abandonado el país en busca de una vida mejor.

Ahora bajo la presidencia de Joe Biden en Estados Unidos, se puede ver como Venezuela empieza a conectar ciertos hilos de comunicación y diplomacia con el país norteamericano, algo que sin lugar a dudas libera algo de presión que ha estado estableciendo la Comunidad Internacional contra la dictadura de Nicolás Maduro

Las posturas antagónicas de la diplomacia de Joe Biden

El régimen de Maduro ha tenido sanciones impuestas por parte de Estados Unidos desde el 2015, descartando los congelamientos de cuentas bancarias en el país de algunos funcionarios en el 2008 bajo la presidencia de Hugo Chávez, sin embargo la maquinaria diplomática de Joe Biden ha empezado a mostrarse contradictoria con algunas posiciones que ha tomado referente a la crisis en Venezuela.

Desde la inauguración de la presidencia de Joe Biden, el gobierno de Estados Unidos afirma que «mantendrá las sanciones en Venezuela hasta que se reestablezca la democracia en el país», siendo esto un mensaje que reafirmó recientemente el Departamento de Estado ante la solicitud de Nicolás Maduro de levantar las restricciones y la devolución de 3.150 millones de dólares que están retenidos en las cuentas bancarias estadounidenses.

«Mientras Maduro y sus seguidores sigan reprimiendo al pueblo venezolano y desviando recursos para prácticas corruptas, nosotros continuaremos presionando al régimen con sanciones», indicó el portavoz del Departamento de Estado el pasado 17 de enero.

Mientras tanto, PDVSA podría haber destinado un tercer cargamento con petróleo a la empresa Chevron Corp., para ser enviado a Estados Unidos durante esta semana. La empresa recibió una licencia de EUA en noviembre que le permite reactivar su producción de petróleo y expandir sus operaciones en Venezuela, cual significa una entrada de dinero al régimen de Maduro.

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La licencia de Chevron representa un claro alivio a las sanciones, lo cual está condicionado al diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro con la oposición venezolana. A su vez, Carlos Erik Malpica Flores, directivo de alto rango de PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A) y sobrino Cilia Flores (pareja del dictador Nicolás Maduro), fue excluido de las personas sancionadas.

La postura diplomática de Biden afirma que “hace tiempo que han dejado claro que creen que la mejor solución en Venezuela es una solución negociada entre las dos partes. Y para fomentarla (…) están dispuestos a proporcionar un alivio de las sanciones selectivo basado en medidas concretas que alivien el sufrimiento del pueblo venezolano y lo acerquen a la restauración de la democracia”

Quizás soltar un poco la rigidez de las sanciones sea un refuerzo positivo para dichas negociaciones, pero la liberación de sanciones de personas corruptas, puede sonar como un espaldarazo de apoyo a un régimen que está expuesto en el mundo como un violador sistemático de Derechos Humanos.

Mientras que Estados Unidos se muestra más «amable» con su vecino sudamericano, la Asamblea Nacional 2015 ha retirado a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y nombra una nueva directiva que está en exilio. Este panorama muestra a la única institución que representa Venezuela frente a la Comunidad Internacional completamente aislada y se abre nuevamente un abanico de políticos opositores que solo se interesan en la carrera electoral para medirse con un dictador que tiene un Consejo Electoral comprado y corrupto.

Estados Unidos mantiene el reconocimiento de la Asamblea Nacional 2015 y mantendrán su apoyo con respecto a los bienes que tiene Venezuela congelados.

Los narcosobrinos

La dictadura de Maduro ha podido obtener un logro dentro de esta relación turbulenta con Estados Unidos: La liberación de Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campos Flores, quienes son conocidos como los «narcosobrinos» de Cilia Flores y Nicolás Maduro.

El anuncio de esta decisión se dio a conocer el 01 de octubre del 2022 por parte del mismo presidente Joe Biden, quien negoció con la liberación los «narcosobrinos» (condenados a 18 años de prisión querer ingresar 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos) por la excarcelación de siete estadounidenses detenidos en Venezuela.

«Hoy, después de años de estar detenidos injustamente en Venezuela, traemos a casa a Jorge Toledo, Tomeu Vadell, Alirio Zambrano, José Luis Zambrano, José Pereira, Matthew Heath y Osman Khan», afirmó Biden en un comunicado.

Los primeros seis son exdirectivos de la petrolera Citgo, acusados por corrupción en Venezuela, mientras que Matthew Heath es un exmarine detenido por dos años y procesado por «terrorismo».

Trump: El controversial presidente de Estados Unidos y dolor de cabeza para Maduro

Antes de Biden, estuvo Donald Trump, quien es una figura muy controversial en Estados Unidos, pero para Nicolás Maduro es un dolor de cabeza que quizás vuelva en las próximas elecciones en el país norteamericano.

Quizás Joe Biden, figura presidencial y representante del partido democrático en Estados Unidos, es un mandatario que no es tan frontal cuando se trata de temas internacionales, sus intentos para establecer un diálogo imparcial para la oposición y el régimen de Maduro son acciones que solo podrán tener un efecto visual en un futuro incierto. Mientras que Donald Trump, durante su mandato se mantuvo frontal y supo definir muy bien el papel de Maduro en la situación actual de Venezuela.

Entre tanto, algunas de las acciones del gobierno de Donald Trump sobre Venezuela:

  • El 19 de mayo de 2017: El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a Maikel Moreno junto a los siete miembros de la Sala Constitucional por la usurpación de funciones de la Asamblea Nacional, las cuales permitieron a Nicolás Maduro gobernar a través de un decreto de emergencia
  • 31 de julio de 2017: El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sancionó a Nicolás Maduro congelando todos los activos sujetos a la jurisdicción de los Estados Unidos.
  • El 9 de agosto de 2017: El Departamento de Tesoro de Estados Unidos inmovilizó los bienes de ocho funcionarios relacionados con la Asamblea Nacional Constituyente, Fidel Ernesto Vásquez, Francisco Ameliach, Érika Farías, Hermánn Escarrá, Darío Vivas, Carmen Meléndez, al coronel Bladimir Lugo y a Tania D’ Amelio, rectora de Consejo Nacional Electoral.
  • El 19 de marzo de 2018: Donald Trump firmó una orden que impide a todos los ciudadanos de Estados Unidos y a las personas dentro del territorio a realizar cualquier transacción con cualquier tipo de moneda digital emitida por el régimen de Nicolás Maduro.
  • 25 de septiembre de 2018: Estados Unidos realiza una nueva ronda de sanciones contra funcionarios venezolanos, congelando así los bienes de Cilia Flores, Vladimir Padrino López, Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez; Fidel Ernesto Vásquez y Edgar Sarria.
  • 28 de enero del 2019: El Departamento de Estado y Tesoro cancelan las órdenes de compra a PDVSA y le dan el control de la filial CITGO y cuentas bancarias del estado venezolano al gobierno interino de Juan Guaidó.
  • 05 de agosto del 2019: Donald Trump firma una orden ejecutiva autorizando sanciones a cualquier persona, empresa o institución que quiera brindarle algún tipo de apoyo o acuerdo comercial al régimen de Nicolás Maduro, salvo ciertas excepciones.
  • 26 de marzo del 2020, el fiscal general de los Estados Unidos, William Barr, anunció cargos de narcoterrorismo, corrupción y lavado de dinero contra Nicolás Maduro, ofreciendo una recompensa de 15 millones de dólares por información para su captura.

Donald Trump anunció que el próximo 28 de enero iniciará su campaña presidencial a cara de las elecciones del 2024 en Estados Unidos.