(Redacción por David Gallardo) El exministro de Petróleo de Hugo Chávez, Rafael Ramírez, niega tener cualquier caso abierto por corrupción y lavado de dinero pendiente en Estados Unidos. Afirma que existe una persona que «iba a declarar en su contra», pero afirma que no tiene ningún caso porque él jamás ha realizado un acto de corrupción.
Ramírez argumenta que jamás ha cometido un acto de corrupción, de hecho que vive actualmente en Italia con la familia de su esposa, exiliado de su país con deseos de regresar a Venezuela, comenta que vive de su profesión gracias a la experiencia como ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa, por lo cual realiza asesorías como consultor. «Una de las cosas que no se puede ocultar es el dinero, de hecho actualmente vivo alquilado y no hago una tragedia de eso», relató.
El chavista disidente afirma que actualmente sigue siendo un fiel seguidor del movimiento «bolivariano», además de denunciar que la dictadura que existe en Venezuela eliminó por completo el estado de derecho y usa la justicia como un herramienta de persecución, es por eso que el tema de «corrupción» es uno de los argumento que usa para atacar a sus enemigos políticos.
«Yo he venido denunciado (desde que era ministro de petróleo) que la militarización de la industria petrolera se ha convertido en un núcleo de corrupción (…) son casos que incluso están denunciados por agencias de noticias como Reuters a través de documentos que han aparecido», afirmó Ramírez.
Rafael Ramírez también reitera que ha denunciado que Maduro logró destruir la institucionalidad de Venezuela y, aunque existan tantas falacias en su contra, finalmente los escándalos de corrupción están relacionados a las filas de la dictadura.
La persecución contra Rafael Ramírez
Rafael Ramírez relata que desde el momento que falleció el presidente Hugo Chávez, Nicolás Maduro comenzó a dejar de lado a los ministros más cercanos al mandatario fallecido, desde su ministerio de petróleo, empezó a realizar denuncias y llamados de atención a la silla ejecutiva para conocer la postura y las soluciones que tenía preparadas para la emergencia económica que se estaba avecinando desde el 2014. No obstante, los cambios dentro del régimen empezaron a notarse, personas de confianza de Maduro fueron ocupando puestos cercanos a él.
Luego Maduro designaría a Ramírez como viceministro de economía, sin embargo no le gustó las medidas que recomendaba para aliviar la crisis económica, es por eso que el dictador tomó decisión de aislarlo. «Maduro no solo le gustaron, sino que me quiso colocar de lado, le parecía peligroso el alto perfil político que yo tenía», declaró el exministro de Petróleo.
La Cancillería sería la última parada dentro del régimen de Maduro que Ramírez tomó, no obstante reconoce que «continuó realizando las denuncias necesarias para alertar el peligro que se acercaba para Venezuela en materia económica».
Ramírez explica que Maduro pensó que lo estaba castigando con la cancillería, pero la verdad es que fue todo lo contrario, ya que dicha posición le ayudó a conseguir y conocer otros contactos necesarios. Es importante destacar que la posición de Ramírez como embajador coincidió con el ingreso de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU.
Rafael Ramírez admite que las fuerzas de seguridad de Venezuela, guiadas por Nicolás Maduro, violentaron las protestas del 2017, es por esto que él decide renunciar, pero un contacto dentro el alto mando militar le advirtió que un grupo de funcionarios lo esperarían en el aeropuerto para arrestarlo apenas ingresara a Venezuela.
Por cuestiones «únicamente» familiares, Ramírez vive actualmente en Italia, pero admite que la persecución de Maduro continúa en su contra, a través de solicitudes de extradición y órdenes de captura, sin embargo estos ataques le ayudaron a conseguir su estatus de «perseguido político» en el país europeo.
El miedo de Maduro
Es prácticamente imposible que Nicolás Maduro no sea comparado con Hugo Chávez, no solo en sus respectivos mandatos, sino que comportamiento y liderazgo, es aquí donde Ramírez no sólo traza una línea divisoria, sino que abre un abismo entre los dos, rescatando que Chávez era un presidente con fuerte liderazgo, conocimientos y de gran carisma, mientras que Maduro es altamente inseguro y manipulable, es «por eso que atiende los intereses de un grupo empresarial y político que lo ha rodeado».
Esta inseguridad lleva a Maduro a ser más autoritario puesto que no acepta que nadie le dé una negativa o se oponga a sus ideas. «Puedes terminar preso, exiliado (…) todos los medios de comunicación han sido comprados, se han creado cuerpos policiales que no existían en el país (…) es un dictador peligroso porque es inseguro y manipulable», comentó Ramírez.
Directamente, el miedo de Nicolás Maduro es la perdida de su posición dentro del país, porque la violación de derechos humanos se ha vuelto una política de Estado en su dictadura, por lo cual sabe que al ser derrocado, puede perderlo todo.
Quién o quiénes mandan en Venezuela
Ramírez revela que en Venezuela no existe un mandato único, como debería ser representado por el presidente, sino que existe una fractura o esferas de poder, de lo cual Maduro solo tiene la estructura, mientras que los territorios de poder se reparten entre los hermanos Rodríguez, Diosdado Cabello, Padrino López y Tareck El Aissami (quien tenía una influencia económica). Ramírez denuncia que esta situación es una «repartición» de pedazos del país, es por esto que el «madurismo» no tiene nada que ofrecer ideológicamente hablando.
Una de las arterias que mantiene vivo al régimen de Nicolás es el narcotráfico, una situación que ha crecido tremendamente durante estos años del chavismo. Uno de los antecedentes de esa crisis criminal es, bajo la opinión de Rafael Ramírez, levantamiento de todo tipo de control, puesto que se ha hecho costumbre lamentablemente la extracción ilícita de minerales preciosos, la presencia de guerrilla y bandas criminales en la frontera. Todos estas variantes son usadas por Nicolás Maduro como herramienta política.
Ramírez explica que incluso la ley Anti-bloqueo, creada por el régimen de Nicolás Maduro, es inconstitucional y la han usado para sus maniobras secretas donde se han vendido «por un puñado de dólares» muchas empresas, entonces bajo su consideración, es muy probable que se trate una gran maniobra de lavado de dinero para el mundo del narcotráfico.
«¿De dónde sale esa plata de los nuevos rascacielos, restaurantes de lujo en Caracas? Ahora sabemos que salió del dinero de Pdvsa y también del narcotráfico», reiteró Ramírez, añadiendo que existe un sector de personas que aparecen de la nada en Venezuela comprando empresas estatales o privadas, creando compañías de maletín y siendo parte de una maniobra del régimen donde no existen un control financiero en figuras del Estado como lo son la Superintendencia de Criptoactivos.
Tareck El Aissami
Nadie sabe dónde está Tareck El Aissami y eso algo que incluye a Rafael Ramírez, sin embargo detalla que conoce bien a dicho personaje que empezó a reunir poder desde su puesto dentro del Ministerio de Interior y Justicia en el gobierno de Chávez, pero una vez que Maduro toma el poder, El Aissami se convierte en la mano derecha del dictador.
«No existe alguna acción que haya hecho Maduro en donde El Aissami estuviese involucrado», comentó Ramírez sobre la influencia de Tareck durante su paso por la vicepresidencia y luego como ministro de Petróleo.
La crisis de Pdvsa responde a un grupo de acción ilícitas donde El Aissami está relacionado y sus ventas de petróleo fuera de los marcos legales. Ramírez también denuncia que la ley Anti-bloqueo ayudó a Maduro a entregar un «cheque en blanco» a los operadores de El Aissami para que «hicieran lo que tenían que hacer» para administrar la estatal petrolera.
Ramírez insiste que la sed del poder de El Aissami lo llevó a vender Pdvsa por pedazos, pero también denuncia que toda esta situación la conocía Nicolás Maduro, entonces ¿qué pasó? Pues los hermanos Rodríguez tenían tiempo tratando de sacar a Tareck del control petrolero para ellos tenerlo directamente.
«El negocio que tiene la Chevron con Venezuela es una situación donde la empresa estadounidense se lleva el petróleo sin pagar impuestos, con todas las regalías, esto es algo que no se vio ni siquiera con Juan Vicente Gómez, nuestro dictador petrolero», denuncia Ramírez.
Llevando a la Chevron a la conversación, Ramírez relata su sorpresa cuando se enteró de esta relación comercial entre la empresa y Venezuela, entiendo que Tareck El Aissami tiene una orden de captura en Estados Unidos. Por esto Ramírez considera que El Aissami representa un problema para Maduro y su misión de legitimar su régimen.
El daño que ha provocado la corrupción en Venezuela es de proporciones inimaginables, puesto que siguen saliendo actos uno tras del otro donde el robo y el lavado de dinero se cruza con los funcionarios y representantes de cada sector de poder. Ramírez da un ejemplo sobre el arresto de Álvaro Pulido, donde se le relaciona con el diputado Hugbel Roa, pero siendo la verdad que ha sido socio de Álex Saab, uno de los testaferros de Nicolás Maduro que se encuentra detenido en Estados Unidos.
El próximo en caer
Ramírez conoce a Diosdado Cabello desde el gobierno de Chávez y relata que siempre estuvo muy cerca de Chávez, sin embargo el presidente fallecido se decepcionó mucho de él cuando pierde las elecciones regionales del estado Miranda contra Henrique Capriles, es por esto que Ramírez insisten en calificar a Cabello como el segundón de Maduro, porque durante la reestructuración post-Chávez, el actual diputado a la Asamblea Nacional Chavista, no tuvo ningún protagonismo ni liderazgo real, sino que decidió quedarse en la sombra de Maduro.
«Diosdado decayó tanto que pasó de ser el segundo hombre más importante del país a ser el presentador de un programa de odio que se transmite todos los miércoles», señaló Ramírez.
No obstante, para Ramírez importante rescatar que, aunque el poder militar está viciado y corrompido, existe aún un gran sector de las Fuerzas Militares Armadas Bolivarianas (FANB) que se encuentran en un gran grado de confusión y sin ningún tipo de liderazgo, es por eso que deberían ser tratados como un «tema aparte» porque podrías ser una pieza importante en el cambio político que necesita Venezuela.
Este es un tema completamente interesante porque aunque las fuerzas militares estén fuertemente adoctrinadas por el chavismo y madurismo, Ramírez explica que el régimen de Maduro le ha dado la espalda y que incluso les ha ordenado a que se «resuelvan como puedan» fuera de las filas militares puesto que no hay dinero con que pagarles.
El Anti-Madurismo
Ramírez vuelve abrir el abismo entre el chavismo y el madurismo, explicando que es importante separar ambas corrientes, puesto que el chavismo disidente (con personajes como él, Andrés Izarra y Miguel Rodríguez Torres) se encuentran completamente en contra de la forma como Maduro está destruyendo el país.
Así como todos los partidos, desde el comunista, pasando por el URD, Acción Democrática y COPEI, que se unieron contra el dictador Marcos Pérez Jiménez en los años 50, se deberían unir todos los partidos y fuerzas políticas para luchar contra la dictadura.
«En ese momento existían los anti-perejimistas, es por eso que yo me declaro anti-madurista», declaró Ramírez.
Con este motivo, Ramírez hace un llamado a la oposición a unirse al chavismo disidente para combatir, en un solo bloque político, a Maduro en las próximas elecciones presidenciales. No obstante, el exministro de Chávez no ignora la actual intervención que tiene Maduro en los partidos de la oposición, acción que tiene neutralizado algunos sectores políticos, incluso aquellos que aceptaron este escenario.
Muerte de Chávez
La muerte de Chávez es sin lugar a dudas un misterio dentro de la opinión pública de Venezuela, puesto que muchos dicen que murió en Caracas, durante el diciembre del 2012, otros que fue en la Habana en marzo del 2013, pero Ramírez respondió a esta interrogante, afirmando que efectivamente Chávez murió en Caracas, pero en marzo del 2013. El presidente fallecido no esperaba morir luego de la operación contra el cáncer que lo afectaba, sin embargo su recuperación no fue positiva y días antes de su muerte pidió ser trasladado desde Cuba hasta Caracas, finalmente murieron en el Hospital Militar de la ciudad capital de Venezuela.