El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) desmintió las acusaciones de Nicolás Maduro sobre el supuesto “secuestro” de una niña venezolana de dos años, separada de sus padres tras un proceso de deportación, y aseguró que la decisión se tomó para proteger a la menor de la red criminal Tren de Aragua, a la cual estarían vinculados sus progenitores.
En un contundente comunicado, el DHS explicó que Maiker Espinoza-Escalona, padre de la menor, es considerado un “teniente” del Tren de Aragua, con responsabilidad en homicidios, narcotráfico, secuestros, extorsión, tráfico sexual y operaciones de tortura en territorio estadounidense. Su pareja, Yorely Escarleth Bernal Inciarte, según la misma fuente, “supervisa el reclutamiento de mujeres jóvenes para contrabando de drogas y prostitución”.
“Estos extranjeros ilegales criminales entraron ilegalmente en el país y tenían órdenes finales de deportación de un juez”, explicó el DHS. “Gracias al presidente Trump y a la secretaria Noem, estos dos miembros de pandillas criminales han sido retirados de nuestro país”.
La niña quedó bajo custodia federal
El caso se conoció luego de que Maduro denunciara esta semana que las autoridades de EE. UU. habían cometido un “secuestro” al mantener a la niña en el país tras deportar a sus padres. “Arrebatarle una niña de dos años a una madre migrante solo porque es venezolana y acusarla sin pruebas de pertenecer a una banda criminal es un crimen”, afirmó el dictador venezolano el lunes.
Sin embargo, Washington sostiene que la decisión se tomó por razones de seguridad y protección de la menor. El DHS confirmó que la niña fue excluida del vuelo de deportación en coordinación con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, y actualmente se encuentra bajo la tutela de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, en proceso de ser colocada con una familia de acogida segura.
“La administración anterior permitió que muchos niños fueran ubicados con contrabandistas y traficantes sexuales. En menos de 100 días, la secretaria Noem y la secretaria Kennedy ya han reunido a más de 5.000 menores no acompañados con familiares o tutores seguros”, agregó el gobierno estadounidense.
Deportación a El Salvador y Venezuela
Espinoza-Escalona fue deportado a El Salvador, país con el que Estados Unidos mantiene un acuerdo bilateral para la reubicación de ciertos perfiles criminales de alta peligrosidad. Por su parte, Bernal Inciarte fue enviada directamente a Venezuela, según fuentes consultadas por medios norteamericanos.
El gobierno de Donald Trump ha endurecido su política migratoria, especialmente hacia personas vinculadas a bandas transnacionales como el Tren de Aragua, considerada una de las organizaciones criminales más violentas y en expansión de América Latina. Washington ha prometido una “deportación acelerada” de sus miembros y operadores.
El caso abre un nuevo frente diplomático
La controversia no solo evidencia la tensión migratoria entre Estados Unidos y Venezuela, sino que abre un nuevo frente diplomático en torno a la protección de menores con padres vinculados a estructuras delictivas.
La Casa Blanca aún no ha respondido oficialmente a los señalamientos de Maduro ante instancias internacionales, pero ha dejado claro que “no permitirá que pandillas criminales utilicen el sistema migratorio para proteger a sus hijos de las consecuencias legales”.
Por su parte, organizaciones humanitarias han pedido transparencia en el proceso de custodia de la niña y acceso legal para garantizar que sus derechos sean protegidos bajo la normativa internacional. Entretanto, el caso sigue generando repercusiones mediáticas y políticas en ambos países.