En el occidente del país el panorama es distinto al que se ve en Venezuela, en relación a votar o no, es mucho lo que se piensa, sobre todo después de las elecciones presidenciales del pasado julio de 2024. En la calle el ambiente que se siente es de incertidumbre, le preguntamos a Martin Muñoz, un trabajador y no estaba nada convencido de participar. «Jamás, nunca, hasta cuando burlas decime, siempre nos tienen engañado», dijo. 

Una realidad diferente

Cómo Martin Muñoz hay muchos, otros simplemente no se deciden, y todo parte de lo sucedido en la última contienda electoral, de hecho, aseguran que en ocasiones sienten que participar lograra cambio alguno, debido a que en las pasadas presidenciales, no se tomó en cuenta la voluntad de quienes salieron a expresarse.

Gobierno Malo

Permitan explicar lo que pasa en el Zulia, en la región el pasado gobierno electo dejo con mal sabor de boca a los zulianos. Y el anterior regente llegó a la gobernación por una razón sencilla, un desengaño electoral que aumento los niveles de abstención, las consecuencias aún se padecen, tanto que luego de 4 años, aún se habla de ello, por eso muchos ven importante la participación.

Perder por Forfait

Algunos comparan la situación electoral venezolana con un encuentro deportivo, dónde un equipo tiene mucha incidencia en las decisiones de los árbitros y controlan inclusive a los jugadores del equipo contrario. Muchos verían el jugar como una pérdida de tiempo, otros no, inclusive advierten que es preferible perder injustamente por algo irregular, pero no por abandonar el Campo. Por eso es que hay muchas opiniones al respecto, todas válidas, por cierto. ¨Si vale la pena votar porque si no ejercemos el voto como vamos a saber y cómo vamos a avanzar no podemos avanzar no nos podemos quedar en la casa porque si no ellos van a seguir haciendo de las suyas¨, aseguró Neicarla Soto, un ama de casa que vive al sur de la ciudad de Maracaibo. 

Sin duda alguna, la realidad país muestra un detalle en la sociedad que se padece desde hace décadas, y es que cada familia venezolana es una historia de vida, y los miembros de la misma la viven de la mejor manera posible, sobreviviendo o simplemente resolviendo, cosa que hoy día en Venezuela es lo cotidiano. 

Es posible que las opiniones de los venezolanos varíen a medida que pasen las semanas, lo que permanece inmutable es la crisis social, económica y de servicios públicos, esas llevan décadas padeciendose.