El pasado mes de marzo se cumplieron tres años sin ajuste de sueldo mínimo en Venezuela, que apenas supera $1 al mes para quienes laboran en la administración pública, por lo que trabajadores de diversos sectores afirman que están subsidiando al Estado con trabajo sin remuneración justa que logre cubrir las necesidades básicas contempladas en la Constitución.

Ante este escenario, personal obrero, administrativo y académico han identificado al régimen madurista como el único culpable de este plan diseñado con premeditación y alevosía, a través de una política neoliberal que mantiene altos índices de pobreza en el país.

El trabajo en Venezuela no remunera

El economista Manuel Sutherland, profesor universitario con maestría y doctorado, recibió como remuneración a su labor académica no más de $10 de quincena en el mes de marzo, un fenómeno que según el especialista no sucede ni en los países más pobres de Centroamérica: “Con un salario tan bajo subsidias al Estado porque estás gastando ropa, los cauchos del carro y alimentos que no pueden ser cubiertos por tu remuneración, es decir, le estás regalando parte de tu vida al Estado sin ninguna necesidad.”

De esta manera el sector universitario del país ha sido uno de los más golpeados durante estos tres años de indiferencia salarial por parte del régimen que ha bonificado los ingresos de los venezolanos sin algún tipo de incidencias en las prestaciones sociales, llevando a gran parte de su personal a migrar a otros oficios para poder cubrir las necesidades básicas de cualquier ser humano.

“Ese trabajador tiene que gastar un promedio de 100 Bs diarios en solo pasaje, dos mil bolívares durante un mes ($20 en el mercado negro) que no los paga la universidad, por lo tanto, no puede asistir todos los días a la jornada de trabajo, teniendo que buscar otras alternativas para compensar sus ingresos».

Sueldo mínimo afrontan el día a día

Una explicación sencilla de Eduardo Sánchez, líder sindical del sector obrero universitario de cómo millones de venezolanos que devengan sueldo mínimo afrontan el día a día. Una realidad que aun y cuando la mayoría tiene estudios superiores a nivel administrativo y académico, han decidido migrar a la economía informal y abandonar su profesión, con tal de poder llevar comida al hogar.

“Un parquero de estacionamiento en la calle puede ganar entre $10 a $15 al día, lo que sería $75 a la semana y poco más de $300 al mes, ni la mitad de eso gana un profesor universitario con postgrado.”

Fedecámaras, el inesperado aliado del régimen para acabar con el salario

En marzo también se cumplieron tres años de la instalación de la mesa de diálogo tripartita entre la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el régimen de Maduro y sindicatos, hasta el momento, sin resultados positivos en materia de derechos laborales y reivindicaciones salariales; sin embargo, dirigentes de diversos gremios del país afirman que sectores empresariales a través de Fedecámaras se aliaron con la dictadura para hacer propuestas que pretenden acabar con el concepto de salario mínimo.

Contrario a lo que llegó a representar Fedecámaras en la defensa de las libertades económicas, la libre iniciativa y la propiedad privada, hoy día es vinculada al régimen como un brazo ejecutor de la política de “desalarización” de los trabajadores, ya que presuntamente junto a centrales sindicales del madurismo han estado normalizando ante la OIT la condición de pobreza extrema en la que se encuentran gran parte de quienes laboran en la administración pública, y también privada.

“Hay confederaciones junto a sectores empresariales de Fedecámaras yendo a la OIT a querer normalizar el salario de $1” denunciaron recientemente trabajadores públicos en una protesta a las afueras de la UCV que pretendía dirigirse al Ministerio del Trabajo en el centro de Caracas, pero impedida por los cuerpos represivos del régimen.

Bonos sin incidencias

Hasta el momento, el único avance logrado tras la instalación del Foro de Diálogo Social de manera tripartita, es una propuesta de un método para la fijación del salario mínimo, algo a lo que el régimen ha hecho caso omiso y que, según los trabajadores, Fedecámaras propuso aumentar apenas $20 a uno de los bonos que otorga el régimen pero que no tiene incidencias en las prestaciones sociales.

“Fedecámaras está planteando aumentar $20 más al bono de guerra, una propuesta lamentable porque además ellos no pagan ese bono, es un estipendio que solo paga el Estado”, precisa el sindicalista Eduardo Sánchez, lo que supone que, si el régimen le tomara la palabra a este sector empresarial, el denominado “ingreso mínimo integral” se acercaría apenas a los $150, de los cuales el 99% responde a bonificaciones a través del sistema patria.

Importante destacar que durante estos intentos por recuperar las reivindicaciones salariales de los trabajadores venezolanos, la OIT habría designado a un funcionario que hiciera seguimiento in situ sobre el proceso, sin embargo, presuntamente el régimen no le ha permitido el ingreso al país.