(Redactado por David Gallardo) La periodista Sebastiana Barráez señala que la guerra de poder interna dentro del régimen de Nicolás Maduro podría ser una de las debilidades que no lo deje estar en pie.
Barráez responde que el desanimo que podría sentir la ciudadanía sobre la situación actual solo reacciona a las «demasiadas expectativas equivocadas» que tenían sobre el régimen de Nicolás Maduro.
La periodista explica que ella ya había señalado que el régimen madurista iba a robarse las elecciones mucho antes del 28 de julio, porque no tiene otra manera de ganar ese proceso limpiamente. Es por eso que, Barráez explica, se fueron preparando de mucho antes para instaurar una represión efectiva y cruda.
«La verdad es que pensar que el 28 de julio que Nicolás Maduro iba a reconocer el triunfo de un opositor y que además se iba a ir con la carpetica debajo del hombro a montarse en un avión e irse del país, pues no, yo creo que eso es demasiado ingenuo también pensarlo», analizó.
La periodista explica que la dictadura madurista no solo sacrifica el tiempo, sino a sus propias figuras, como por ejemplo Tarek El Aissami, en un esfuerzo de reacomodar poder y tratar de sobrevivir y mantener la revolución. Barráez también explica que el régimen tiene todas las instituciones públicas secuestradas y que está dispuesto a usarlas como armas de defensa.
«Yo de verdad que puedo decir que yo no veo sorpresa en eso. Ahora en lo que sí veo sorpresa es el en esa voluntad que ha tenido y que tuvo el venezolano, que no solamente fue a votar, sino el venezolano que está convencido que la revolución bolivariana llegó a su final», afirmó.
Represión avisada
Con respecto a la represión desplegada por el régimen luego de la elección presidencial, la periodista afirma que existió una preparación previa sobre lo que pasaría luego que la población saliera espontáneamente a protestar por el fraude electoral.
«Había recibido información de que el régimen venezolano venía preparándose para aplicar la represión, incluso el mismo día de las elecciones, porque, entre otras cosas, la liberación de presos indicaba que estaban desocupando las cárceles, desocupando hospitales, incluso hospitales en Caracas. La intención era, sin duda, poder ocupar esos espacios una vez que ocurrieran las víctimas de esa represión. Pero, además, porque sin duda alguna el régimen venezolano fue identificando a los dirigentes claves, y no solamente a los grandes dirigentes, a los dirigentes pequeños, a los municipales, a los parroquiales, para encaminarse contra ellos», explicó Sebastiana Barráez.
La periodista como por ejemplo el asesinato de un ciudadano en el estado Táchira, quien era encargado de cinco centros electorales en el estado Táchira. Barráez responsabiliza al Ejército de Liberación Nacional (ELN) de secuestrarlo en el territorio venezolano, matarlo y dejarlo al otro lado de la línea fronteriza.
También indica que quienes han tenido que vigilar el comportamiento y las acciones del régimen, no se puede sorprender de la represión y la persecución de diferentes miembros de la sociedad, que incluye a los dirigentes políticos, activistas, defensores de Derechos Humanos y los periodistas.
Militares y el ministro policía
Sebastiana Barráez explica que el régimen de Nicolás Maduro que no querido dejar todo el control ciudadano sobre los militares, tampoco este cuerpo castrense ha sido el usado para reprimir a la población.
«Que a estas alturas, si algo tenemos clarísimo, es que muchos funcionarios no quieren reprimir, no quieren las consecuencias, porque ellos también saben, igual que el resto de los venezolanos, que Nicolás Maduro no ganó las elecciones», explicó la periodista.
Entonces, Nicolás Maduro decide designar a Diosdado Cabello como ministro de Interior, Justicia y Paz, una suerte de ministro policía que no tiene miedo a usar los cuerpos policiales, paramilitares o guerrilla para reprimir o perseguir a las fuerzas opositoras.
Barráez considera que esta es una osadía por parte de Maduro, pero también explica que la Fuerza Armada Nacional también tiene una crisis por el alto nivel de desertores que tiene entre sus filas, por lo cual algunos jefes castrenses también han usado ciudadanos para reprimir.
La salida de Edmundo González Urrutia
Barráez señala que la salida del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, solo tiene aspectos positivos, puesto que su vida e integridad personal deben estar en resguardo, puesto que él representa la soberanía nacional y esas ganas de cambio que exige la ciudadanía venezolana.
«Yo se que de repente mucha gente cayó en un sentimiento de casi de abandono cuando sintió que Edmundo González había tenido que salir del país, pero es que además ¿acaso es que Edmundo González salió por placer o salió por gusto o salió porque le gusta irse a Europa o porque ir a visitar a su hija y mientras la otra la dejaba en Venezuela? pues no, es obvio que él tuvo que salir del país ante las presiones» , señaló la periodista.
Con respecto a los ánimos decaídos por parte de la ciudadanía, Barráez señala que los venezolanos continúan protestando, dando de ejemplo la solicitud de los familiares de presos políticos que le exhortaron al presidente de Brasil en abogar por los perseguidos del régimen de Nicolás Maduro.
Sector de la opinión pública considera que el exilio del presidente electo Edmundo González Urrutia se parece con el del exmandatario interino, Juan Guaidó.
Barráez está en contra de este señalamiento, porque «si bien es cierto que la Asamblea Nacional del 2015 tenía toda la posibilidad de nombrar a Juan Guaidó presidente interino, también es cierto que ese presidente interino no era un resultado de elecciones populares y masivas en Venezuela».
«La circunstancia con Edmundo González es totalmente distinta, radicalmente distinta, opuestamente distinta. Y por otra parte, tampoco la comparación de quienes salieron del país, por ejemplo, como el caso de Leopoldo López, después de haber estado detenido, puede ser comparable con la de Edmundo González, porque Edmundo González es el presidente electo», explicó la periodista.