Venezolanos en la diáspora regresan al occidente del país para compartir Navidad y esperan lo que suceda el 10 de enero de 2025 con la juramentación presidencial.

La frontera de Paraguachón: un punto de retorno temporal

Desde hace semanas, la frontera de Paraguachón, en La Guajira, ha visto un aumento significativo de venezolanos regresando al país. Migrantes que forman parte de la diáspora, ahora con más de 8 millones de ciudadanos, han llegado al estado Zulia para reencontrarse con familiares y amigos durante las fiestas navideñas. Más allá de la cena de Navidad, muchos tienen la vista puesta en el 10 de enero de 2025, día en que se juramentará el nuevo presidente.

La proximidad geográfica hace que regresar por unos días sea más sencillo para quienes viven en países fronterizos como Colombia, en comparación con los que residen en lugares más distantes, como Chile o Perú.

Migración pendular: un movimiento constante

Javier Leaño, un joven de 18 años, cruzó desde Colombia hace pocos días. Aunque ha vivido toda su vida bajo el socialismo de Chávez y Maduro, sus familiares mayores le han contado cómo era Venezuela hace 25 años, una realidad completamente diferente a la actual.

En casos como el de Javier, el movimiento migratorio adopta un patrón pendular: quienes tienen empleos flexibles en Colombia pueden viajar a Venezuela temporalmente y regresar luego a sus actividades laborales. Del mismo modo, algunos profesionales venezolanos trabajan en Colombia por semanas y luego vuelven al Zulia.

Expectativa ante el 10 de enero: ¿Quedarse o Irse?

Daniela Valera, de 32 años, regresó a Venezuela tras cinco años fuera. Aunque percibe ciertos cambios en el país, señala que la crisis sigue afectando a todos. Apagones, fallas en servicios básicos como agua, gas doméstico, salud y educación continúan siendo problemas recurrentes. A pesar de ello, Daniela encuentra fuerza en dos deseos principales: estar con sus seres queridos y esperar los acontecimientos del 10 de enero de 2025.

“Las calles, los problemas con las aguas negras, el gas… Estoy esperando las expectativas del 2025. Según lo que pase, decidiré si me quedo o me voy del país”, explicó Daniela.

El 10 de enero: un pensamiento recurrente

Para muchos, como Leoner González, mecánico de oficio, el 10 de enero es una fecha cargada de incertidumbre y esperanza. Mientras repara vehículos y espera la llegada del nuevo año, reflexiona sobre sus opciones, que son similares a las de la mayoría en el occidente venezolano. Independientemente de su postura política, esta fecha se ha convertido en un tema central de conversación y expectativa.