Para el constitucionalista Juan Carlos Apitz, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la situación política e institucional del país está completamente al margen de la Constitución. A su juicio, no hay democracia ni Estado de derecho, y el sistema de justicia ha sido capturado para servir al poder político.
“El Estado de derecho significa que todos estamos sometidos a la ley, pero en Venezuela no es así. El gobierno y sus instituciones actúan al margen de la Constitución, y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se comporta como si estuviera por encima de ella”, denunció en entrevista con Efecto Cocuyo.
«No se puede hablar de elecciones sin garantías»
Apitz también criticó con firmeza la convocatoria a los comicios del 25 de mayo, dudando incluso en calificarlos como elecciones:
“Yo creo en el voto, pero solo si sirve para cambiar una realidad. Y eso no parece estar planteado para los comicios que se avecinan”.
Asegura que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el TSJ han desnaturalizado completamente el proceso electoral al ocultar resultados, ignorar procedimientos y avalar la juramentación de Nicolás Maduro sin actas publicadas ni validación oficial del evento del pasado 28 de julio.
“La legitimidad del gobierno está en entredicho. Gobierna por amenaza y miedo. Si permitiera una elección libre, sabría que no tiene el respaldo del pueblo”, expresó.
Reformar la Constitución sin consultar al pueblo
Otro tema que genera alarma en el académico es la propuesta de reforma constitucional promovida por Maduro, sobre la cual advirtió que podría imponerse sin referendo, gracias a la complicidad de un TSJ que ya en 2017 sentó jurisprudencia para eliminar la consulta popular como requisito.
“No se tiene información clara. Sabemos que son unos 80 artículos, pero no se han presentado públicamente. El verdadero riesgo es que esta reforma se imponga sin consultar al pueblo, vulnerando la esencia de la democracia”, alertó.
Para Apitz, el contenido de la reforma es menos preocupante que el contexto en el que se plantea: sin contrapesos institucionales, sin consulta ciudadana y con una comisión encabezada por figuras como el fiscal general y el ministro de Defensa, lo que refleja la creciente militarización del poder y la instrumentalización del derecho.
Presos políticos y represión institucional
El decano fue enfático al denunciar que la existencia de presos políticos en Venezuela confirma que no hay democracia. Aseguró que no se trata solo de figuras conocidas, sino de ciudadanos anónimos: testigos electorales, dirigentes sociales, miembros de mesa o militares que han disidido del régimen.
“Los presos políticos no solo son detenidos arbitrariamente, sino que también son torturados, vejados, privados de comida y de su derecho a la defensa. Algunos incluso han muerto bajo custodia”, afirmó.
También criticó el uso del sistema judicial como arma de persecución y represión. A su juicio, el artículo 254 de la Constitución, que establece la independencia del Poder Judicial, es el más violado de todo el texto constitucional.
El papel de las universidades y la educación en crisis
Apitz denunció que las universidades venezolanas están bajo asedio, con salarios de hambre, déficit presupuestario y deserción estudiantil. A pesar de ello, insistió en que la UCV y las universidades autónomas deben alzar su voz y ejercer pensamiento crítico, especialmente frente a iniciativas como la reforma constitucional.
“No estamos aquí para aplaudir, sino para pensar críticamente. Nos corresponde levantar la voz y advertir al país de los riesgos que enfrenta su institucionalidad”.
Sobre el estado de la Facultad que dirige, reveló que han llegado a sufrir hasta un 50 % de deserción estudiantil, aunque han logrado recuperar parte de la matrícula. Señaló que el salario promedio de un profesor universitario ronda los 20 o 25 dólares, y que buena parte del funcionamiento de la facultad depende de los aportes de los propios profesores y estudiantes.
“Es el mejor momento para estudiar Derecho”
Paradójicamente, en medio del colapso institucional, Apitz considera que este es el mejor momento para estudiar Derecho y Ciencias Políticas.
“Formamos a quienes deben luchar por la justicia, a los futuros jueces, fiscales, políticos y gestores públicos que deben reconstruir el país. Enseñamos desde el ejemplo de lo que no debe repetirse”.
Con firmeza y sin evasivas, Juan Carlos Apitz lanza una advertencia al país: la Constitución no puede ser moldeada al antojo de quienes detentan el poder. “Si el gobierno respetara la actual Constitución, no haría falta reformarla. Pero lo que vemos es un intento de legalizar un autoritarismo sin freno, sin ley y sin justicia”.
Y concluye con un llamado:
“La salida es constitucional. El pueblo ya se expresó. Lo que hace falta es voluntad política para respetar esa voluntad”.